El alfa-tocoferol es la forma biológicamente más activa de la vitamina E.
La vitamina E es especialmente importante para la salud y la belleza de la piel: se distribuye en la superficie cutánea a través del sebo, una sustancia aceitosa que recubre la capa externa de la piel. Esta secreción se produce 7 días después del consumo de alimentos ricos en vitamina E, y es un importante factor protector de la superficie de la piel.
La vitamina E puede encontrarse en alimentos como los aceites vegetales, las verduras de hoja verde y la mantequilla de vacas alimentadas con pasto.
El problema con los aceites vegetales es que en su mayoría son muy inestables y, cuando se calientan, se convierten en grasas trans.
En cuanto a las verduras de hoja verde, la vitamina E es una vitamina liposoluble, así que asegúrese de consumir su guarnición con mucha grasa, de lo contrario se absorberá muy mal.
La vitamina E es un potente agente antiinflamatorio, que defiende la piel frente a los radicales libres y las especies reactivas del oxígeno que, de otro modo, causarían daños. La vitamina E también puede desempeñar un papel sinérgico con el selenio en la mejora de los niveles de glutatión en el organismo, aumentando aún más la actividad antioxidante. Unos niveles adecuados de esta vitamina en la piel pueden prevenir el daño inflamatorio de la exposición al sol, ayudando a reducir el envejecimiento y el riesgo de cáncer de piel por exceso de radiación UV.
La vitamina E también interviene en la función inmunitaria y la señalización celular, la regulación de la expresión génica y otros procesos metabólicos.
La vitamina E también interviene en la función inmunitaria y la señalización celular, la regulación de la expresión génica y otros procesos metabólicos
USO (1 porción = 1 cápsula blanda)
Tomar una cápsula blanda al día, preferiblemente con una comida y agua.
ALMACENAMIENTO
Conservar en lugar fresco y seco. Mantener fuera del alcance de los niños.